La dificultad en la búsqueda de un primer empleo, así como el desempleo, son parte de los cambios y transformaciones propias de la historia de la humanidad. El mercado laboral se ve afectado por los acontecimientos históricos, económicos y políticos, entre otros. Las perspectivas del mundo de trabajo han tenido un cambio significativo especialmente en los últimos dos años. Las proyecciones de la Organización Internacional del Trabajo sugieren que será difícil una recuperación de la fuerza laboral en el 2023. A nivel global se enfrentan riesgos de pérdida de empleo debido a los efectos de la pandemia en la estructura del mercado laboral.(OTI, 2022). A esto podemos sumar factores como la guerra en Ucrania, que ha afectado la economía global. El movimiento migratorio de personas que a nivel mundial , por razones diversas, se ven obligadas a dejar su país y su medio de trabajo para buscar nuevos y mejores horizontes. Todo lo cual afecta los parámetros económicos globales y por tanto la disponibilidad y la demanda de trabajadores.

El desempleo es una situación que cambia dramáticamente la vida y genera altos niveles de desasosiego y preocupación. Afectando tanto a la persona que lo padece como a aquellos que lo rodean. Dejándolos inmersos en un mar de emociones: ansiedad, tristeza, miedo a la incertidumbre. La pérdida del trabajo o la dificultad de conseguirlo una vez egresado de la universidad muchas veces es vista como el inicio de un proceso de duelo porque implica la pérdida de la estabilidad, pérdida económica, pérdida de relaciones etc. Durante un proceso de duelo pasamos por diferentes etapas tal como han sido descritas por Kubler -Ross (2016). Estas son negación, ira, negociación, depresión y aceptación. No es el objetivo de este artículo profundizar en las diferentes etapas, sino mas bien hacer patente la existencia de estas y el hecho que el duelo aún cuando sigue unas etapas se manifiesta de manera muy individual. No hay un orden específico para que estas sucedan, ni tampoco una duración determinada. Todo ello dependerá de factores inherentes a cada persona. Cada individuo experimentará un variedad de emociones que tendrá que procesar e integrar de la mejor manera para superar la situación novedosa.

Si bien es cierto que pasamos por estas diferentes emociones, también es cierto que debemos adaptarnos a esta nueva situación de vida, superar la crisis y seguir adelante. Es decir ser resilientes, este es un término que siempre me ha causado fascinación ya que alude a la capacidad del ser humano de adaptarse y recuperarse ante las dificultades. La resiliencia no es un acto o una característica innata. Ha sido descrita descrita como un proceso dinámico que resulta en la adaptación positiva ante contextos de adversidad (Luthar, 2006). La resiliencia no es algo que uno posee o carece. Lo más interesante es que puede ser desarrollada!

COMO HACEMOS ESTO?
Aceptación del cambio: El cambio es inherente a la vida. La mayoría de las veces las experiencias más difíciles de afrontar representan oportunidades únicas de crecimiento, aumento de conciencia y acercamiento a vivir una vida mas plena. Para que esto sea así es importante en medio de la crisis, hacer una pausa y detenerse a pensar. Ahora bien, no es solo pensar sino conectarse con uno mismo. Mirándonos de frente y sin miedo a cuestionarnos, y entiéndase bien la idea es cuestionarnos, en ningún momento juzgarnos. Preguntarnos qué nos ha llevado a la situación en la que estamos? A qué tememos? Qué nos cuesta enfrentar? Cuales habilidades necesitamos pulir? La comunicación asertiva? Liderazgo? Hablar en público?. Quizás necesitamos trabajar en niveles mas profundos de nosotros mismos. Jung decía “Quien mira hacia afuera, duerme y quien mira hacia adentro, despierta” lo que alude a que el autoconocimiento es primordial para poder llevar una vida estable, regida por nuestros propios deseos y valores y no por visiones prestadas de la cultura o de otras personas que nada tienen que ver con nosotros. En la medida que nos conocemos y nos aceptamos a nosotros mismos así mismo nuestra autoconfianza y autoestima aumenta. Esto nos hace capaces de tomar mejores decisiones, más cónsonas con nuestra esencia personal.
Identificar recursos: en esta búsqueda y conocimiento interior es importante evaluar los recursos con los que contamos. Qué habilidades tenemos,? Como hemos resuelto situaciones difíciles en otros momentos? Cómo hemos superado los obstáculos? Qué hemos aprendido de nosotros mismos en otros momentos de adversidad? Qué me ha ayudado a mantener la esperanza?Y también preguntas más concretas como cuales son los elementos de mi curriculum que debo resaltar según el empleo que busco? Qué cursos puedo hacer?
Establecer metas y tomar acciones decisivas: establecer con claridad los objetivos a lograr. Es importante establecer metas que sean realistas para evitar la frustración y el estancamiento. Una vez clara la meta, establecer los pasos para conseguirla. Ir trabajando un paso a la vez sin desesperarse. Qué es lo que puedo lograr hoy que me acerque a mi meta laboral. Y el paso más importante y en el que muchas veces nos estancamos es tomar acción. Solo las acciones nos van a llevar al logro de los objetivos. Para iniciar una acción solo hay que hacer eso, actuar! No dar vueltas, pensar, rumiar, una vez establecido el camino a seguir hay que actuar. Luego se evalúa la acción tomada y se ve si es necesario hacer ajustes o continuar. Debemos entender que los ajustes son parte del proceso, independientemente de la meta, sea un ascenso, nuevo trabajo o capacitación siempre tendremos que hacer ajustes para conseguirlo, por eso es muy importante trabajar en uno mismo para poder manejar la frustración.
Cuide sus relaciones: poder contar con una red de apoyo emocional y afectivo favorece la resiliencia. El apoyo de las personas significativas es fundamental. Es importante escoger bien de quién nos rodeamos en estos momentos de crisis, buscar personas que puedan dar un soporte afectivo y emocional. El “networking” también es importante ya que permite establecer nuevas amistades y contactos y amplia las posibilidades de encontrar empleo.

Buscar ayuda: en los momentos de crisis es importante saber pedir ayuda. Entender que lejos de ser una característica negativa es, por el contrario, una cualidad de las personas resilientes. Buscar ayuda, no sólo en el apoyo de familiares y amigos sino también en instituciones, grupos de apoyo, recursos en línea. Cursos para mejorar habilidades y destrezas necesarias para potenciar la búsqueda de empleo. Y en ocasiones es necesario consultar a un profesional como un psicólogo que puede ayudar a manejar la ansiedad y evitar que esto se convierta en una experiencia traumática.

La falta de empleo genera mucha ansiedad pero puede ser un catalizador de cambio y una ventana para la oportunidad y el crecimiento personal.

Es un verdadero privilegio haber sobrellevado una vida difícil” (Indira Gandhi ,1917-1984)