Una de las maneras de cubrir nuestras necesidades básicas (te acuerdas del artículo de la pirámide de Maslov? Te lo dejo aquí :  https://tucoaching.org/piramide-de-maslow/) es a través del empleo. Nos provee de un entorno social, nos forma, nos reta, nos da un sueldo que nos permite cubrir nuestras necesidades y nos lleva, en conclusión, a ser individuos útiles para nuestra sociedad. 

O no?

No. Tristemente no es así en la mayoría de los casos. Acabo de cubrir casi todas las áreas que pueden fallar en la búsqueda, el desempeño o el reconvertirse profesionalmente: la ausencia emocional en el contexto laboral, el bullying, los jefes abusivos, la negación de oportunidades de mejoramiento, un trabajo rutinario y donde no nos sentimos ni útiles ni valorados (o las dos cosas) y trabajos mal pagados o con contratos precarios,

Así que, de entrada, antes de buscar empleo, cambiar de empleo, cambiar de carrera o empezar estudios, hay que considerar 2 cosas claves: 1) nunca sabremos por adelantado los resultados que traerán nuestros esfuerzos y 2) todo esfuerzo debe ir dirigido a un objetivo.

Somos seres que se crean sus propias posibilidades en función de conseguir los objetivos que creemos que nos harán bien o nos harán “ir a más” (si ya estamos bien) en nuestras vidas. Para crearnos posibilidades, nos valemos de muchos métodos pero uno de los que menos usamos de manera consciente es tan básico como el lenguaje: lo que decimos, cómo lo decimos, el tono con el que lo decimos, el lenguaje corporal que utilizamos, nos abre o nos cierra puertas al mundo. 

A mí me encanta la parte del coaching que hace énfasis en “el objetivo a dónde nos dirigimos”. El saber qué objetivo tenemos es como tener la semilla donde se resume todo. Antes de ser un árbol con flores y frutos, es una semilla. Antes de decir nada en una entrevista de trabajo, antes de ir a buscar ningún trabajo, antes de ser el candidato ideal, saber qué semilla somos es una fuente maravillosa de energía y nos llena de recursos, nos da objetivos, de inmediato nos revela qué necesitamos y qué compañías buscar, cómo enfocar nuestro CV, qué cualidades mostrar, y hasta nuestro lenguaje corporal cambia radicalmente!

Para llegar a esa semilla, es útil hacernos preguntas como estas que te dejo aquí:
 1) Para qué quiero un trabajo? : detállalo lo más que puedas. No te limites al aspecto financiero o al de profesión: qué quieres experimentar como ser que tiene cuerpo, mente y emociones; qué propósito u objetivo quieres que ese trabajo te deje, qué ambiente quieres/ necesitas para rendir bien, etc..

2) Qué necesito que tenga este trabajo? : revisa tu pasado. Va a ser molesto porque te vas a acordar de cosas incómodas y muy agradables sin orden alguno. Anota lo que te gustó y aquello que te pareció útil para tí… y anota lo malo, eso que no quieres volver a vivir. Concéntrate en buscar trabajos donde sientas que puede haber espacio para lo que quieres multiplicar en tu vida y presta atención a los indicios que podrían avisarte que puede que el trabajo que estés por emprender no sea el más benéfico para tí.

Y si en medio de todas las reflexiones sientes que es muy pesado todo, que no quieres más de lo mismo pero no sabes cómo hacerlo diferente, que no entiendes cómo hacer una lista con lo que quieres y lo que temes o cualquier duda o inquietud, contáctame para hacer una cita y mirar juntos tus inquietudes: finalmente, se trata de hacerte apto y capaz para conseguir todas las posibilidades que necesites para llevar la vida que sientes que quieres.

Que tu búsqueda interna te abra todo el mundo disponible para tí! 

Laura Ordoñez
Coach Ontológico
cobaltocoach@gmail.com