La ansiedad es esa sensación de inseguridad y desasosiego que nos embarga totalmente ante eventos que anticipamos desagradables . Por eso la semejanza con el coloquial dicho español : es un sin vivir, pues nos entorpece nuestro diario quehacer, paralizándonos incluso .
Y qué hacer si nos sentimos así? Muchos responderán – y con razón – respirar! .
Pues si, técnicas milenarias de respiración son una manera acertadisima para relajarnos
y tomar posesión de nosotros mismos nuevamente.
Alimentarnos bien, ejercitarnos, llevar una vida sana en la medida de lo posible,
ocuparnos ( no preocuparnos ) con nuestras labores o trabajos ,
buscar distracciones cuando estos pensamientos limitantes nos agobien,
en fin , tantas alternativas cotidianas que ,hoy en día, nos ofrecen los artículos especializados
en el tema.
Si ponemos en el buscador la palabra ansiedad obtendremos infinidad de propuestas muy válidas para combatirla, así como extensas deliberaciones sobre el asunto, por lo cual me pareció pertinente definir el concepto y analizarlo desde una perspectiva personal, como psicólogo en ejercicio de la profesión.
La ansiedad es definida como un estado de malestar psicofísico caracterizado por una sensación de inquietud e intranquilidad generalizada ante lo que se vivencia como una amenaza inminente de causa imprecisa ( DSM V) .
Compleja estructura conceptual que implica un profundo conocimiento del paciente o consultante a fin de precisar si estamos ante un cuadro de ansiedad estrictamente hablando
o bien, ante un síntoma que además incluye ataques de pánico, fobias, tendencias obsesivo-compulsivas y otros desórdenes generalizados tal y como apuntan los manuales de Diagnóstico Psicológico actualizados.
Se estarán preguntando entonces :será que tengo un transtorno mental?
Si nos apegamos a la definición textual pues si, más mi experiencia profesional me permite afirmar que no, pues todos sufrimos de ansiedad puntual o generalizada , todos…
y lo hemos resuelto sin saber lo que era o cómo se llamaba ese “ yo no sé qué “ qué nos agobiaba.
Si se tratase de un transtorno mental no habríamos podido salir de esos episodios y menos aún estaríamos leyendo este artículo .
No estamos psicóticos ( ese es otro tema correspondiente a los clínicos) nosotros sólo tenemos ansiedad. Es un estado emocional muy común y manejable.
Ahora bien, la ansiedad puede atacarnos por breves periodos de tiempo haciéndonos somatizar con más o menos sudoración en las manos, palpitaciones , temblor en el estómago, respiración agitada e insomnio , pensamientos recurrentes , fallas de concentración y tendencia a la evitación de muchas circunstancias o eventos , sin motivo aparente.
Ansiedad es lo impreciso, esa falta de armonía emocional que no sabemos diferenciar, es una mezcla de síntomas físicos difusos y un estado de desasosiego general ante variados escenarios que anticipamos negativamente sin causa conocida.
Todo ello nos hace sentir mal. Nos dificulta avanzar emocional y laboralmente, nos impide
ver lo bueno que nos rodea y las capacidades que poseemos , nos frustra en nuestro diario desempeño . Esta ansiedad va entorpeciendo nuestro hacer e incluso nos hace cambiar nuestro enfoque previo sobre el trabajo, el dinero, la seguridad, la estabilidad, la salud y los afectos.
Cuando nos sentimos ansiosos , sólo percibimos la oscuridad , anticipamos negativamente situaciones que de ordinario serían inofensivas , nos volvemos irritables , evasivos. Y ésto se incrementa ante situaciones de estrés .
Aquí hago un apartado explicando que, según mi experiencia con pacientes , el estrés viene del afuera , mientras que la ansiedad se genera adentro.
Si bien el estrés es una reacción de mi cuerpo ante un desafío o demanda es dicha demanda lo que me genera ansiedad como tal .
Es decir , las exigencias del entorno desencadenan en mí, una serie de cambios físicos que me descolocan y hacen sentir estresado , lo cual puede ser hasta beneficioso desde el punto de vista energético. Esto es , me siento con fuerza para afrontar un evento. Un estado continuado de estrés ( laboral por ejemplo ) puede desencadenar en mí un cuadro de ansiedad tal y como lo hemos definido en este artículo. Entonces la fatiga, tensión muscular y el nerviosismo se incrementan . El estrés es mayormente relacionado con una situación particular ( y por ende pasajero ) mientras que la ansiedad se relaciona mayormente a mi reacción ante las posibles circunstancias ( por lo cual puede ser de mayor duración en el tiempo ).
Veamos el estrés como una reacción adaptativa y la ansiedad como una situación que, mantenida en el tiempo, puede deteriorar mi emocionalidad .
Aclarada esta sutil diferencia conceptual, centremos nuestra visión en el tratamiento.
Como he apuntado al inicio de este artículo , las técnicas de relajación son indispensables y pilar fundamental de cualquier aproximación terapéutica. Inhalar y exhalar debidamente con pausas previamente dirigidas , resulta un alivio real y acumulativo cuando estamos ansiosos,
al igual que las meditaciones guiadas y la práctica del yoga.
La terapia cognitivo conductual ha sido de comprobado éxito en cuadros de ansiedad intensos, resultan muy efectivas y demandadas por su corta duración. Combinadas con una breve conciliación psicoterapéutica puede ofrecer un cambio estable en el tiempo.
Hay tantos y tan exitosos enfoques terapéuticos como corrientes existentes :psico dinámicos, humanistas, existencialistas , conductistas, psiquiátricos , cognitivistas, educativos o Life coaching.
Entonces surgen dos inquietudes : necesito terapia? , cuál enfoque sería el más adecuado?
Siempre tenemos un amigo , un conocido con experiencia que nos da apoyo , si a pesar de ello los síntomas de inseguridad y desasosiego ante posibles circunstancias adversas persisten, si no podemos controlar las señales que nuestro cuerpo nos está dando , si comenzamos a tener perturbaciones en nuestros hábitos de vida más comunes , si estamos irritables y sentimos ese “ yo no sé qué “ por dentro , entonces si, busquemos un especialista que nos precise el diagnóstico y nos acompañe en el proceso , hasta salir de esta situación que nos descoloca y perturba nuestra vida.
Todos los enfoque son excelentes de por sí , más habrá alguno que se adapta mejor a nuestras necesidades ,expectativas y creencias. Si bien hay principios básicos que todos compartimos como es la concepción del ser humano como un individuo proyectado hacia su crecimiento personal y emocional , el estilo suele ser distinto.
Por suerte, en esta pág web , tienen una variedad de enfoques y la libertad de elegir quien será el psicoterapeuta o coach que los apoyará en este momento.
Lic. Coral Camargo
Psicólogo Orientador
coral@tucoaching.org
Deja una respuesta