Todos los terapeutas profesionales procuramos ofrecer un ambiente y un espacio que haga que el viaje “hacia tí mismo” sea un paseo, un disfrute, Finalmente, estamos aquí para facilitar un proceso que dará solución a algo que consideras un problema en tu vida en este momento.
Pero, si estás pensando iniciar una terapia a distancia, quizás sientas nervios frente a lo que pueda pasar, cómo se siente, qué pasa con el aspecto humano y todos los periféricos y los cables…Lo entiendo! También he estado en tu posición!
 Y te digo algo: es muy normal. Todos tenemos nervios ante la primera sesión. Y, aún si somos hábiles con la tecnología, puede haber algo de nervios con las sesiones en línea / sesiones online / sesiones a distancia o como prefieran llamarla en tu país.
 Entonces, me pareció útil hacer una pequeña guía para que, cuando tú quieras y por fin hayas decidido agendar un encuentro con tu terapeuta, logres crear un entorno que te sea cómodo. Vamos a llamarlo “una guía para lograr una terapia a distancia que me haga bien antes, durante y después”.
 Así que, sin más te dejo por aquí unas recomendaciones:

 1) Escríbelo: Tienes una inquietud? Tienes varios puntos a tratar?
Haz una lista. Ponle colores para resaltar los puntos más relevantes para tí. Lo que se te haga más cómodo.

 Mi sugerencia? Anótalo en una libreta, tu celular o cualquier otro soporte que te permita consultarlo mientras estás en la sesión con tu terapeuta.

 2) Este es tu espacio: los terapeutas procuramos proveer un entorno privado, cómodo, ajeno a los espacios “de todos los días”. En las sesiones en línea, no podemos “modificar” los espacios, contamos contigo: tú escoges en qué área de tu casa o en qué sitio de tuciudad prefieres que se realice tu terapia.
Mi sugerencia? Procura llevar contigo algo que te ayude a mantenerte hidratado, toallitas para secarte( si lloras o sudas) y algo para cubrirte y que te dé calor, si lo necesitaras.
 Si puedes escoger un lugar distinto al de tu casa, tu oficina o “tus espacios conocidos”, mejor aún.

3) Protege tu espacio terapeútico y a tí: Tus sesiones deberían transcurrir en un espacio que, para tí, sea “sagrado”, que sea siempre el mismo y que no esté sujeto a grandes trajines domésticos
 (si no puedes salir de tu entorno cotidiano).
Mi sugerencia?  Apaga tus notificaciones, avisa que no estarás disponible durante una hora (no es necesario dar razones del por qué si no te sientes cómodo con ello) y cierra la puerta del espacio donde te encuentres (para reducir las tentativas de interrupciones).

 4) Se honesto con lo que sea que te pasa: Los terapeutas no
 calificamos quién es más bonito o feo en función de lo que sientes o piensas. Nosotros estamos interesados en explorar cómo servir mejor a tus intenciones, tus objetivos y tu Ser en este momento.
Mi sugerencia? Aprovecha tu espacio terapeútico para permitirte toda la apertura emocional que puedas. Sé tal y como te nace ser. Así, podremos trabajar mejor para tí.

 5) Haz una prueba técnica: Estamos en el entorno tecnológico, quizás lo manejas muy bien, quizás no. Puede que tu terapeuta te invite a una sesión meetings, puede que use una plataforma específica. Puede que tu proveedor de internet no pueda conectarse con tu terapeuta…

Mi sugerencia? Revisa si funcionan los links que te enviamos. Haz una prueba de sonido y de audio con tus equipos previa al encuentro. Haz una prueba “de casi real” con todo lo que será tu llave de acceso a tu terapeuta. Además, es útil tener a mano los datos de tu terapeuta para comunicarle cualquier problema técnico que surja antes o durante tu sesión.

 6) Respira: es una de mis palabras preferidas cuando todo se pone cuesta arriba. Pero también la recomiendo como disciplina de vida: permítete un espacio de mínimo 30 minutos/1 hora después de cualquier sesión psicoterapéutica/ de coaching antes de asumir cualquier responsabilidad en tu trabajo (reuniones o trabajos en grupos). Esto es como ir al médico o al dentista, normalmente no haces grandes cosas luego.
Mi sugerencia? Si la ansiedad sube haz algún ejercicio de respiración previo a tu terapia: hay aplicaciones o música disponible para inspirarte. .
Si quieres, puedes tomar notas de tus reflexiones durante o después de tu sesión. Finalmente, esto podría llamarse una matería “de mi
vida conmigo”.

 7) No importa el orden: En este mundo en que vivimos se nos exige más y más para “parecer presentables”. Pero en terapia, no te vamos a dar mejor o peor trato por una casa más limpia o menos desordenada. Somos humanos. No estamos aquí para evaluarte sino para servirte.
Mi sugerencia?
Preséntate a tu terapia con un enfoque en tu cara. Todo lo que está tu alrededor, está a tu alrededor. No te define, no nos limita.
Estoy segura que las primeras sesiones te servirán de práctica y en poco tiempo le habrás cogido el ritmo a todo. Sólo recuerda tener paciencia contigo y tratarte con gentileza.

 Y, si me lo permites, tengo una última recomendación:  pregúntale cualquier duda que tengas a tu terapeuta.
Espero que este pequeño manual te sirva para disminuir inquietudes sobre tu terapia en línea.